Yo soy la puerta


“YO  SOY  LA  PUERTA”    ( Jn.10:9)

Jesús dijo: “Yo soy la puerta; el que por mí  entra, será salvo”.

Jesús, el gran yo soy, es la entrada a la iglesia verdadera,  el camino de acceso a Dios, la puerta de acceso a  la vida,  la vida eterna.
Jesús es LA  puerta.   Solamente hay una.
La puerta a la vida no es Buda, no es Mahoma ni Confucio.
La puerta no es el vaticano, no es el papa,  no es ninguna virgen ni  ningún santo.
La puerta es Jesucristo.
Los Budas vienen y van: Pasa lo mismo con todos los demás religiosos.
PERO JESUCRISTO ES ETERNO – EL ES PARA SIEMPRE.
“Ni tiene principio de días, ni fin de vida”
La puerta a la vida no es la filosofía humana o  las opiniones de los hombres.
Jesucristo es la única puerta,  la puerta exclusiva,  una puerta abierta, una puerta segura.
Toda otra puerta te llevará a la condenación, a la perdición y a la separación eterna de Dios.
“Hay caminos que al hombre le parecen correctos, pero al final de ellos está la muerte” (Prov.14:12).
Jesús dijo: “Yo soy la puerta; el que por mí entra, será salvo”.
¿Salvo de qué?  Salvo del pecado y de las consecuencias del pecado.
¿Qué es pecar?  Pecar es quebrantar las leyes de Dios; pecar es hacer lo que Dios prohíbe y no hacer lo que Dios nos manda.
El pecado aparta al hombre de Dios.  “Vuestros pecados han hecho que Dios se aparte de vosotros”.
El pecado destruye al hombre, el pecado esclaviza al hombre de modo que no hace el bien que quiere, sino el mal que no quiere, eso hace.
¿Cuántas veces hiciste cosas que no quisiste hacer?  ¿Cuántas veces dijiste cosas que no quisiste decir?   Después lamentaste haber lo hecho;  lamentaste haberlo dicho.
Entonces, ¿por qué lo hiciste?  ¿Por qué lo dijiste?  Pues, por el poder del pecado y del mal que opera en tu vida.
Jesús dijo: “todo aquel que comete pecado se hace esclavo del pecado.”
Lo peor de todo no son las consecuencias tan nefastas del pecado en esta vida, sino las consecuencias en la vida venidera.
La Biblia lo expresa de esta manera: “Aquellos que no conocen a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo, sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder.” (2ª Tesalonicenses 1:8,9)
Por todo esto el hombre necesita ser salvo.
¿Cómo puede ser salvo?  Las escrituras afirman que “Jesucristo se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado” (Hebreos 9:26)
Es decir: cuando Jesús fue clavado en la cruz,  estaba pagando por tus pecados y los míos.
El sufrió y murió para darnos vida, una vida llena, una vida abundante, la vida eterna.
Seguramente estás preguntando: ¿Cómo puedo aplicar esto a mi vida?  ¿Cómo puedo tener el perdón de mis pecados y  la seguridad de la vida eterna?
Pues, Jesús dijo, “Yo soy la puerta, el que por mí entra será salvo”.
La puerta es Jesús  y  tienes que entrar por la puerta.   
Entrar por la puerta implica reconocer que eres pecador, implica arrepentirte de tus pecados,  pedirle perdón a Dios y creer en El como tu única esperanza de salvación y vida.
Significa entregarle tu vida.   Es decir,  poner tu vida en las manos de Dios y empezar una relación maravillosa con El.
Desde el Centro Cristiano de Castellón queremos decirte que es maravilloso recibir el perdón de los pecados y  tener la seguridad de la salvación eterna.
Aquel que entra por esta puerta, entra a la posibilidad de experimentar las incontables bendiciones de la vida en Jesucristo, y de tener un amigo con quien contar a toda hora,  un amigo más fiel que un hermano”.
Alguien que te comprende como nadie te puede comprender, alguien que te ama como nadie te puede amar,  alguien que se preocupa por ti como nadie puede preocuparse.
Alguien sobre quien echar todas tus ansiedades porque El,  Jesús,  tendrá cuidado de ti.
Así que, Jesús dijo: “Yo soy la puerta,  el que por mí entra será salvo”.
Aquel que entra por Jesús encontrará aquello que le llena y le satisface. 
Como dijo David: “El Señor es mi Pastor;  nada me faltará”.
Todo lo que el hombre necesita y anhela se encuentra en la persona de Jesucristo.
El es el único que puede llenar plenamente el vacío de tu vida
Jesús dijo, “Yo soy la puerta
Nada de lo que te estoy diciendo te servirá si no entras por la puerta.
No dejes para mañana lo que debes hacer hoy.
Desde  Centro Cristiano de Castellón, queremos decirte que ha llegado la hora de poner tu fe y confianza en Jesucristo para tu salvación eterna.  Ha llegado la hora de la decisión,  la hora que puede cambiar tu destino para siempre,  la hora de entrar por la puerta de la salvación.
Di conmigo: “Señor Jesús, creo que tu eres la única puerta de la salvación.  Acudo a ti para que me perdones, para que me salves.  Te entrego mi corazón y mi vida.”
Bueno, nos encantaría conocerte y saludarte.  Con toda confianza y sin ningún tipo de compromiso, puedes comunicarte con nosotros al 964 211242, o mejor aún, visítanos en Centro Cristiano que está en Castellón en la Avda.Gran Vía Tárrega Monteblanco, núm. 11.  
Con mucho gusto te atenderemos.   Estamos  los días domingos  a   las 10’00 de la mañana y también a las doce, los miércoles a las 10 de la mañana y   las 7‘30 de la tarde y los viernes a las 8’30 de la noche.    Los sábados hay actividades para los jóvenes. 
Aquí en Centro Cristiano oramos por los enfermos y necesitados.  Dios hace milagros y maravillas.  Dios te ama y tiene un propósito especial contigo. Disfruta con nosotros de la presencia de Dios, de la predicación de la Palabra, de las alabanzas y la música.  Tenemos actividades para toda la familia.     Visita nuestra página web:- www.centrocristianocs.com
Si necesitas consejería personal, llámanos o visítanos,  te ayudaremos.  El número de teléfono para recibir más información es el siguiente: 964 21 12 42.  
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Te invitamos a compartir con nosotros la aventura más grande y maravillosa que existe:-  la aventura de conocer a Jesucristo y vivir para El.
No lo olvides, ¡cuándo todos te abandonan, Dios sigue contigo!

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